Durante mi formación como diseñador he encontrado la forma de visualizar la realidad a partir de formas, conceptos y enfoques distintos a mi formación como persona, sin embargo lo increíble ha sido el cruce entre estas dos formaciones.
Esta formación ha encontrado un buen punto de partida (ahora en un buen principio) durante mi posgrado este despertar causado por el cruce de las diversas ciencias que he tenido la suerte de mirar y explorar (aun de una forma sencilla y apreciativa estéticamente hablando).
Ahora han surgido diversas inquietudes relacionadas con la naturaleza del diseño y su relación con su realidad, en un límite que sobrepasa el esquema subjetivo y apreciativo en el que ha sido encasillado. El haber notado el desarrollo de la ciencia fuera del diseño me plantea ciertas cuestiones alrededor de “ciencia del diseño” por otro lado veo que el diseño meramente ha sido construido bajo un soporte de metodología o técnica muy elaborada, considero que el diseño es mas que la suma de talentos para la manufactura de soluciones impregnadas en objetos.
Me llama poderosamente la atención, la configuración del mundo en este comienzo de siglo, la digitalización de nuestra realidad, el cambio estructural que sufrirán las redes sociales y la apropiación del mundo de estas, el enfoque evolutivo hacia el que nos encaminamos (como los transhumanistas que sostienen que el hombre como actualmente se conoce no es el fin de la evolución sino solo el comienzo) o simplemente al ver algunas predicciones de Ray Kurzweil el notar que de verdad estos primeros 50 años significaran un cambio exponencial. Ante este panorama no puedo dejar de pensar en un texto de Capra (1996) donde mencionaba la forma en la que las bacterias se habían apoderado de su entorno por medio de la creación de verdaderas biotecnologías (como la respiración de oxigeno durante una crisis de exceso de 02 y la falta del apreciado CO2 para la fotosíntesis, esta ultima otra excepcional biotecnología).
Es fascinante encontrar las relaciones que tiene todo lo que nos rodea, las bellas analogías y metáforas que encontramos donde en realidad deseamos voltear a ver. Acertaba Capra (1996) al citar a Lynn Margulis y destacar que las bacterias habían inventado hace mucho tiempo la infraestructura de comunicaciones, o el intercambio masivo de información (genética en este caso), sin hablar de la simbiogenesis y el trabajo colaborativo de las especies al destacar, en contraposición a Darwin, que la vida no se trata de lucha por sobrevivir sino crear alianzas para vivir.
Un buen ejemplo es encontrado en la ameba Dictyostelium discoideum, quien en tiempos difíciles funciona como un solo organismo y en tiempos de abundancia se divide en muchos organismos distintos para aprovechar el alimento.
Otro ejemplo; Las bacterias. Estas funcionan de un modo especial por el intercambio genético que tienen, conservan en su mundo toda la información genética disponible acumulada durante todos estos años de vida, Capra (1996) menciona que nosotros transmitimos nuestra información genética de manera vertical (de generación en generación) por la razón de que nuestras células son nucleadas, en cambio las bacterias intercambian su información genética de forma horizontal, es decir entre ellas mismas, Capra (1996) explica de una forma muy especial, que es como si pudiéramos pedirle la información genética a una flor para que podamos producir nuestro perfume por ejemplo.
Pero, ante todo lo dicho ¿Qué pasa con el diseño? ¿Dónde encontramos esta analogía de la que hablábamos con anterioridad? ¿Por qué es fácil encontrar esas metáforas con las muchas otras disciplinas y con el diseño no? Es aquí el punto clave de mi inquietud.
La mas importante razón es demostrar que el diseño es un encuentro entre todo lo conocido, entre esta parte del ser humano no orgánica y orgánica, espiritual, exacta y desdibujada, objetiva pero poética medible e inexplicable. El encuentro entre esa parte biológica y tecnológica. Además, y mas importante, es trabajar pensando en el diseño como elemento generador de experiencias en aplicaciones que rebasan las fronteras de lo físico (haciendo especial llamado a los “artefactos no tangibles”)
Estoy convencido que los cambios que se gestarán durante los próximos años van a desmoronar muchas de nuestras bases, creo en la tecnología pero también creo en la vida. ¿Podemos fusionar estos aspectos con el diseño como agente catalizador?, el diseñador en este tiempo se ha concebido como el artífice creador de objetos, transformados luego en experiencias y artefactos ¿Cómo podemos visualizar el diseñador en la era digital? ¿Qué diseñaría este diseñador digital? Poniéndolo en la mesa en esta acabada era industrial, el diseñador bajo una nueva óptica debería ser todo, menos diseñador (al menos como se conoce: industrial)
Finalmente, considero que debemos retomar varios principios de ciencias precisas e imprecisas, para visualizar un poco este nuevo rumbo que se visualiza en el diseño.
Esta formación ha encontrado un buen punto de partida (ahora en un buen principio) durante mi posgrado este despertar causado por el cruce de las diversas ciencias que he tenido la suerte de mirar y explorar (aun de una forma sencilla y apreciativa estéticamente hablando).
Ahora han surgido diversas inquietudes relacionadas con la naturaleza del diseño y su relación con su realidad, en un límite que sobrepasa el esquema subjetivo y apreciativo en el que ha sido encasillado. El haber notado el desarrollo de la ciencia fuera del diseño me plantea ciertas cuestiones alrededor de “ciencia del diseño” por otro lado veo que el diseño meramente ha sido construido bajo un soporte de metodología o técnica muy elaborada, considero que el diseño es mas que la suma de talentos para la manufactura de soluciones impregnadas en objetos.
Me llama poderosamente la atención, la configuración del mundo en este comienzo de siglo, la digitalización de nuestra realidad, el cambio estructural que sufrirán las redes sociales y la apropiación del mundo de estas, el enfoque evolutivo hacia el que nos encaminamos (como los transhumanistas que sostienen que el hombre como actualmente se conoce no es el fin de la evolución sino solo el comienzo) o simplemente al ver algunas predicciones de Ray Kurzweil el notar que de verdad estos primeros 50 años significaran un cambio exponencial. Ante este panorama no puedo dejar de pensar en un texto de Capra (1996) donde mencionaba la forma en la que las bacterias se habían apoderado de su entorno por medio de la creación de verdaderas biotecnologías (como la respiración de oxigeno durante una crisis de exceso de 02 y la falta del apreciado CO2 para la fotosíntesis, esta ultima otra excepcional biotecnología).
Es fascinante encontrar las relaciones que tiene todo lo que nos rodea, las bellas analogías y metáforas que encontramos donde en realidad deseamos voltear a ver. Acertaba Capra (1996) al citar a Lynn Margulis y destacar que las bacterias habían inventado hace mucho tiempo la infraestructura de comunicaciones, o el intercambio masivo de información (genética en este caso), sin hablar de la simbiogenesis y el trabajo colaborativo de las especies al destacar, en contraposición a Darwin, que la vida no se trata de lucha por sobrevivir sino crear alianzas para vivir.
Un buen ejemplo es encontrado en la ameba Dictyostelium discoideum, quien en tiempos difíciles funciona como un solo organismo y en tiempos de abundancia se divide en muchos organismos distintos para aprovechar el alimento.
Otro ejemplo; Las bacterias. Estas funcionan de un modo especial por el intercambio genético que tienen, conservan en su mundo toda la información genética disponible acumulada durante todos estos años de vida, Capra (1996) menciona que nosotros transmitimos nuestra información genética de manera vertical (de generación en generación) por la razón de que nuestras células son nucleadas, en cambio las bacterias intercambian su información genética de forma horizontal, es decir entre ellas mismas, Capra (1996) explica de una forma muy especial, que es como si pudiéramos pedirle la información genética a una flor para que podamos producir nuestro perfume por ejemplo.
Pero, ante todo lo dicho ¿Qué pasa con el diseño? ¿Dónde encontramos esta analogía de la que hablábamos con anterioridad? ¿Por qué es fácil encontrar esas metáforas con las muchas otras disciplinas y con el diseño no? Es aquí el punto clave de mi inquietud.
La mas importante razón es demostrar que el diseño es un encuentro entre todo lo conocido, entre esta parte del ser humano no orgánica y orgánica, espiritual, exacta y desdibujada, objetiva pero poética medible e inexplicable. El encuentro entre esa parte biológica y tecnológica. Además, y mas importante, es trabajar pensando en el diseño como elemento generador de experiencias en aplicaciones que rebasan las fronteras de lo físico (haciendo especial llamado a los “artefactos no tangibles”)
Estoy convencido que los cambios que se gestarán durante los próximos años van a desmoronar muchas de nuestras bases, creo en la tecnología pero también creo en la vida. ¿Podemos fusionar estos aspectos con el diseño como agente catalizador?, el diseñador en este tiempo se ha concebido como el artífice creador de objetos, transformados luego en experiencias y artefactos ¿Cómo podemos visualizar el diseñador en la era digital? ¿Qué diseñaría este diseñador digital? Poniéndolo en la mesa en esta acabada era industrial, el diseñador bajo una nueva óptica debería ser todo, menos diseñador (al menos como se conoce: industrial)
Finalmente, considero que debemos retomar varios principios de ciencias precisas e imprecisas, para visualizar un poco este nuevo rumbo que se visualiza en el diseño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario